Consejos para la limpieza de las monturas
La primera regla fundamental es que no hay mejor limpieza que el cuidado diario. Son muchos los caballistas que ponen como excusa, que son muchos los caballos que montan, que tienen mucho trabajo que las faenas del campo no permiten cuidar el aparejo, etc. Todas ellas me parecen disculpas sin fundamento, ya que si conseguimos contraer el hábito de darle una “vueltecita” de un minuto a todo el equipo aún sobre el caballo, no nos será en absoluto gravoso.
Puede que al principio nos parezca pesado, pero al cabo de una semana, será algo tan mecánico que incluso el día que no podamos hacerlo lo echaremos de menos.
Yo suelo tener un trapito impregnado en aceite de oliva, cerca del arrendadero donde ataré el caballo de vuelta a casa, aflojo la cincha y suelto la cadenilla. Acto seguido paso el trapito aceitoso por la concha y perilla, los estribos, las aciones y la parte baja de la cincha; coloco el guardapolvo a la montura y la pongo en su sitio.
Seguidamente le saco la cabezada, con un spray le rocío agua sin empaparla mucho.
Sobre todo por dentro y el mosquero por dentro y los mozos que contienen saliva. A continuación con el trapo la seco.
Lo que consigo es eliminar el sudor que haya quedado sobre la carne del cuero, que es muy resecante y perjudicial para el cuero. La saliva que queda cerca del bocado también es ácida para el cuero hay que eliminarla con un poco de agua pulverizada mientras esté fresca.
Agua sí.
Sé el miedo que le tiene un aficionado al agua cuando se habla de cuero pero debo tranquilizarte.
Con agua se curte el cuero y con agua se trabaja en la guarnicionería, constantemente, esa cabezada en su artesanado se ha mojado varias veces hasta terminarla.
Un poco de agua pulverizada no es malo para el cuero, eso sí, hemos de aceitar la carne y dar jaboncillo a la flor regularmente.
Con el mismo trapito ligeramente aceitado paso el hierro, las hebillas y pilarillos, para terminar por la frontalera, riendas, etc.
En realidad no se trata de un engrasado, solamente persigo que no se fije el polvo, ni el barro, ni el óxido. El trapito ha de estar muy escurrido, casi seco para que al pasarlo no suelte aceite sino un ligero velo. Con esta rutina diaria conseguimos que el aparejo no envejezca, que el polvo no penetre en la flor y alargaremos la vida de cueros y hierros.
Para esta limpieza diaria también es muy adecuado la toallitas húmedas que se destinan a la higiene de los bebés; contienen productos hidratantes y limpian muy bien a la hora de dar un repasito a la concha, la perilla, la cabezada, etc
Además de la limpieza diaria recomiendo una limpieza exhaustiva dos veces al año.
Previamente quitaremos la zalea y todo el parejo para quedarnos con el armazón limpio.
Las piezas han de limpiarse desmontadas.
Zalea
Limpieza de Zalea:
En primer lugar hemos de sacarle todo el polvo que se acumula en el fondo de la lana, para ello es útil sacudirla con una vara o aspirarla, pero muchísimo más efectivo es soplarla con un compresor de aire.
*Si estuviese muy sucia, con manchas o amarillenta puedes aprender como lavarla en el siguiente desplegable
¿COMO LAVAR LA ZALEA?
- Mezclar en un recipiente a partes iguales agua y polvos de talco obteniendo una papilla, en ella mojaremos un cepillo fuerte, no metálico, del estilo del de cepillar caballos y frotaremos fuertemente siempre a la sombra y lejos de fuentes de calor, ya que podría llegar a encoger. Ten en cuenta que el talco se decantará en el agua así que es imprescindible que cada vez que mojes el cepillo debes remover la mezcla.
- Una vez tengamos toda la lana bien empapada de esta solución la dejaremos secar por completo a la sombra, en un lugar fresco y una vez seca procederemos a soplarla por segunda vez eliminando todo el talco seco y si fuese necesario cepillándola con el mismo cepillo, esta vez seco. Y así quedará lista para su uso.
*Debes tener en cuenta que las zaleas al curtirlas se le añaden blanqueantes que se pierden por efecto del sol, es normal que una zalea después de un tiempo esté algo amarillenta y eso no es posible devolverlo a su blancura original. Tiene su gracia ese tono amarillento de autenticidad, no crees?
Los correajes.
Primero hemos de tener algo muy claro
Flor del cuero: Es la parte brillante, la parte más bonita, la cara exterior que vemos.
Carne del cuero: Es la parte mate, la más porosa, la parte interior que está en contacto con el caballo.
Ley Fundamental:
1-Jaboncillo por la Flor
y después
2-Aceite por la Carne
Esto sirve para los correajes de la montura y todos los demás, cabezada, petral,etc
Aceitando cincha de librillo por la carne.
1.-Aplicaremos jaboncillo por la flor y exclusivamente por la flor; con la ayuda de una esponja húmeda creando una espuma que aplicamos como si de una crema se tratara y lo dejaremos secar sin aclarar, ya que este jaboncillo crea una capa que evita que penetre el polvo y suciedad y facilita su próxima limpieza, y lo más importante es nutritivo para el cuero ya que se fabrica con grasa.
Si lo deseamos una vez seco podremos sacarle brillo con la ayuda de un cepillo o bayeta suave.
El Jabón no sólo se usa para limpiar, se usa para aportar grasa, es una loción no un limpiador.
2.-El aceite lo aplicaremos con la ayuda de una brocha solamente por la carne, empapando bien para que se impregne por todas partes insistiendo en las vueltas que rodean las hebillas y lo dejaremos secar a la sombra, así conseguiremos correas flexibles que muestran la flor brillante y limpia con una larga vida por delante.
La concha, la perilla y todo el armazón -dado que no muestran la flor- no se engrasarán nunca, solo se aplicará la espuma de jaboncillo y se dejará secar a la sombra, ya que con la grasa que aporta el jaboncillo es más que suficiente para conservar este cuero que no está sometido a flexión.
Es recomendable no engrasarlo para que el cuero se quede seco y duro para que resista golpes y rozones sin marcarse. A lo sumo podremos dar una mano de Nivea una vez al año para hidratar.
¿QUE PRODUCTOS DEBO USAR?
La Montura
En el armazón lo único que deberemos engrasar-aceitar es la estribera, insistiendo en la vuelta que coge la hebilla.
Y aplicando la Ley Fundamental: por la flor aplicamos jaboncillo, dejamos secar y la abrillantamos con trapo seco o cepillo suave.
Y nada más.
Si das aceite, grasa o cualquier cosa a la concha, perilla, caballería, etc. conseguirás que quede sin brillo, y que se cree una capa dura que impide respirar al cuero.
Disculpa que Insista, jaboncillo nada más.
Estribos, hierros y espuelas han de mostrarse siempre pavonados y sin rastro de óxido.
Utilizando a diario el trapito aceitoso retrasamos la formación del óxido en gran medida, aunque debemos saber que el principal generador de óxido es el propio sudor del caballo y no la humedad ambiente, así que debemos contar con que tarde o temprano nos tocará pavonarlos.
En el caso de espuelas y hierros, la cosa está fácil una vez lo desprendamos de su correspondiente correaje, pero con los estribos nos veríamos obligados a quitar el forro de cuero y volver a forrar.
Antes de pasar al fuego, huelga decir que desprenderemos todo el óxido del hierro con la ayuda de un cepillo de alambre montado en un esmeril, en una radial o en un taladro de mano.
El pavonado hecho en un guadarnés «es muy peligroso» y debes pensarte si merecerá la pena o simplemente con eliminar el óxido te conformas.
Existen productos convertidores de óxido que tornan el óxido en color negro neutralizándolo, aunque pueden ser más adecuados para pequeños toques en hebillas y anillas. Además son pasivantes, es decir que impiden que se vuelva a oxidar en un tiempo.
Si estás decidido….
COMO PAVONAR HIERRO
- Debe estar limpio de óxido. Libre de su forro o con él protegido.Existen remedios útiles para dos o tres pavonados.Uno consiste en rodear el forro con varias vueltas de papel de estaño del utilizado en cocina. Otra alternativa puede ser crear un forro de un centímetro de grosor al menos, de barro, amasado con nuestras propias manos que romperemos después de pavonado.
- El método a seguir es elevar el hierro al rojo vivo con la ayuda de un soplete de butano del tipo que se usa para tela asfáltica, o cualquier medio para ponerlo al rojo; seguidamente separar del fuego y en el mismo momento que el rojo se torna color plomo sumergir en aceite de coche, preferiblemente nuevo, pero si queremos ahorrar lo haremos en aceite usado.
- Ya frío, limpiaremos los restos de aceite con la ayuda de un trapo. Esta faena no supone ningún deterioro para el hierro y puede repetirse tantas veces como se desee. Es efectivo y recomendable en estribos, serretas, medias cañas, hebillas, bocados, etc, etc
*Este método es útil solamente para hierro, no sirve para otros metales.
¿INOXIDABLE OXIDADO?
Mientras escribo este post me consulta un amigo sobre un bocado de acero Inoxidable que se le ha oxidado. ¿Será falso inoxidable? NO El acero Inoxidable lo es y es casi imposible que en nuestro medio pierda esa virtud, nunca se oxidará. ¿Le han engañado? NO Eso se llama «contaminación» del acero. Es decir que en la fragua que lo han hecho o puede que el mismo usuario a utilizado una herramienta de hierro, una lima, un disco no especifico inox, un cepillo de hierro, que ha depositado partículas de hierro en su superficie O bien se ha utilizado un elemento que antes fué usado con hierro; por ejemplo hemos lijado unos estribos de hierro y con la misma lija hemos lijado luego unos de inoxidable contaminando estos últimos. Antes de usar una herramienta en Inox hay que asegurarse que pone que es adecuada y también asegurarse que no está contaminada por haberla usado en hierro anteriormente. El procedimiento sería comprar una lija de agua (grano 240-400) en la ferretería especial Inoxidable para asegurar que no está contaminada, mojarla en un cubo con agua y lijar las partes oxidadas. *Envejecer o pavonar el acero inoxidable no está al alcance de aficionados, debe hacerlo un profesional con medios adecuados.
El baste
También necesita cuidados.
- Elimina los pelos adheridos a la lona con un cepillo de alambre fuerte.
- Seguidamente no viene mal darle unos golpes con el baste hacia arriba con un palo o una tabla fuerte para que el pelo se esponje.
Si deseamos limpiar la lona en las zonas que se una con el témpano, cerca de la costura, podremos hacerlo con una solución de 25% amoníaco y agua, frotando con un cepillo fuerte que no sea metálico.Será muy útil un cepillo de dientes en deshuso.
Importante:
- Dejar secar a la sombra.
2.Hay que tener mucho cuidado de no mojar los témpanos especialmente en monturas avellana.
La manta estribera
Al igual que la funda o guardapolvo será lavada a mano con jabón neutro y agua fría, intentando mojar lo menos posible el hierro o inicial de cuero en caso de tenerlo, ya que el cuero puede desteñir.
Las dejaremos secar al aire y a la sombra, conviene una “planchaita” a la manta para que luzca ordenada y presentable.
La cabezada
Aunque ya he explicado su limpieza tiene algunas particularidades en cuanto a su engrase.La limpieza es la misma que detallo para los correajes, sabiendo que hay que insistir en las vueltas de las hebillas metiendo aceite con la brocha entre hebilla y cuero.
Aquí viene la excepción: la frontalera no debe engrasarse apenas para que no se caiga y coja vicio. Siguiendo la Ley Fundamental como en la frontalera no se ve la carne no podemos dar aceite solo jabón.
Lo mismo ocurre con el mosquero, solo deben engrasarse las agujetas los cuatro primeros dedos a partir de la frontalera, la parte de arriba, y eso lo haremos dando aceite por la carne con una brocha. De este modo la parte alta estará flexible permitiendo el juego del mosquero y la parte baja quedará rígida para lograr que el mosquero vaya acompasado, lanzando todas las agujetas a un tiempo en la misma dirección.
El mosquero de seda o cerdas podremos limpiarlo sumergiéndolo en una caja de plástico que contenga un jabón neutro diluido en agua, puede servir gel o champú de nuestro aseo, con sumergirlo será suficiente pero si tenemos que frotar en alguna zona podrá hacerse con mucho cuidado con un cepillo de dientes viejo. Después aclarar con agua fría sin frotar, debajo del grifo.
Pasados unos minutos aclaramos a fondo con agua fría sin presión y dejamos secar tumbado sobre una superficie lisa y a la sombra.
*Hemos de cerciorarnos de la calidad del mosquero, hay algunos baratos donde los florones van pegados y al sumergirlo en agua pueden deshacerse.
Como se puede observar nunca recomiendo poner ningún aparejo al sol, es altamente perjudicial para el cuero.
Las reatillas y agujetas se impregnan bien de jabón y después se pasa un trapo limpio, con esto es suficiente. Es sabido que ambas traen de cabeza a algunos aficionados a la hora de volver a «reatarlas» para ello ilustramos con una serie de fotografías que explican el proceso, ya que detallarlo en texto es muy complicado.
Los principales enemigos de nuestro equipos son:
Para el cuero la deshidratación, esto hace que se vuelva quebradizo, para prevenirlo utilizamos la limpieza y el aceite.
Para los hierros, (estribos, bocados, espuelas,etc) el óxido, que evitamos con el cuidado diario y el pavonado, cuando surge algunos retazos de óxido es efectivo aplicar lubricante 3en1 con un trapo e insistir frotando, las manchas superficiales de óxido desaparecerán.
Para la zalea y la manta estribera, el principal enemigo es la polilla, lucharemos contra ella con la ayuda de productos en bolas o colgadores, de venta en droguerías e intercalaremos estos entre la funda y la zalea.
Estos productos no son efectivos si no están en un sitio cerrado como un armario, es por eso que hay que ponerlos debajo de la funda.
Espero que este artículo te sea de ayuda en la conservación de tus equipos, si tienes alguna duda o sugerencia te ruego me escribas pinchando → aquí
Leo Zoreda
www.zoreda.es